1. El
matrimonio es para amar. Y amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es
donación. La medida del amor es la capacidad de sacrificio. La medida del amor
es amar sin medida. Quien no sabe morir, no sabe amar. No olvides: amar ya es
recompensa en sí. Amar es buscar el bien del otro: cuanto más grande el bien,
mayor el amor. Los hijos son la plenitud del amor matrimonial.
verdadero no caduca. Se mantiene fresco y dura hasta la muerte, a pesar de que
toda convivencia a la larga traiga problemas. El amor, ama hoy y mañana. El
capricho, sólo ama hoy. Los matrimonios son como los jarrones de museo: entre
más años y heridas tengan, más valen, siempre y cuando permanezcan íntegros.
Soportar las heridas y la lima del tiempo, y mantenerse en una sola pieza es lo
que más valor les da. El amor hace maravillas.
fidelidad matrimonial debe pasar por la prueba más exigente: la de
la duración.
La fidelidad es constancia. En la vida hay que elegir entre lo fácil o lo
correcto. Es fácil ser coherente algunos días. Correcto ser coherente toda la
vida. Es fácil ser coherente en la hora de alegría, correcto serlo en la hora
de la tribulación. La coherencia que dura a lo largo de toda la vida se llama
fidelidad. Correcto es amar en la dificultad porque es cuando más lo necesitan.
el otro no algo para disfrutar, sino alguien a quien hacer feliz. La felicidad
de tu pareja debe ser tu propia felicidad. No te has casado con un cuerpo, te
has casado con una persona, que será feliz amando y siendo amada. No te casas
para ser feliz. Te casas para hacer feliz a tu pareja.
matrimonio, no es “matrimonio.” De ti depende que la vida conyugal no sea como
una fortaleza sitiada, en la que, según el dicho, “los que están fuera,
desearían entrar, pero los que están dentro, quisieran salir”.
matrimonial es como una fogata, se apaga si no la alimentas. Cada recuerdo es
un alimento del amor. Piensa mucho y bien de tu pareja. Fíjate en sus virtudes
y perdona sus defectos. Que el amor sea tu uniforme. Amar es hacer que el amado
exista para siempre. Amar es decir: “Tú, gracias a mí, no morirás”.
perseverar en el amor hasta la muerte, vive las tres “Des”: Dios. Diálogo.
Detalles.
“Familia que reza unida, permanece unida”.
para evitar que los problemas crezcan.
de palabra y de obra. “Qué bonito peinado”. “¿Qué se te antoja comer?” “Eres el
mejor esposo del mundo”. “Hoy, la cena la hago yo”. “Nuestros hijos están
orgullosos de ti”. El amor matrimonial nunca puede estar ocioso.
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