Siempre somos atractivas

En una encuesta realizada a miles de mujeres en 10 países, solo 2% de
las mujeres respondieron que se sentían atractivas. Esto nos da para
pensar si es que hay pocas mujeres bellas en el mundo o es nuestra forma de vernos a nosotras mismas.

Siempre queremos lucir guapas, atractivas, llamar la atención, y es que caemos en el error de valorarnos por nuestro aspecto físico, por la manera en que lucimos y sobre todo por cómo nos pueden ver los demás.

Por ello, a pesar de los consejos de belleza
o mascarillas para lucir aún más bella, plantéate si es  necesario
disfrazar tu belleza y plantarte delante de un espejo y decirte
simplemente que eres guapa y bella tal cual eres sin más.  ¿Cuál es tu reacción?

Empieza por prestar atención a los pensamientos que rondan tu mente,
seguro que te dices a ti misma que estás gorda, que deberías ser más
alta, o tener la nariz recta, tener más o menos pecho … Seguramente tu
pensamiento sea: “Si estuviera más delgada sería feliz”, “Necesito
gustarle a los demás para sentirme bien conmigo misma”, “Necesito la
aprobación y admiración de los demás”. Si estos son los pensamientos que
se te pasan por tu mente, es que los has identificado. Realmente eres
hermosa pero lo que te hace sentir mal o te inquieta, es el pensar cómo te ven los demás.

Seguramente ante los demás te sientes insegura,
ansiosa, presionada por lucir bien. Y ello te lleva a vivir la situación
en un estado de tensión sin relajarte. Incluso puede
que te aísles, te
retraigas. Y ello te impide disfrutar de ser quien eres realmente, porque estás demasiado pendiente de lo que los demás piensan de ti y no vives el momento.

Simplemente hay que alejar del pensamiento eso de ‘qué pensarán los demás de ti’,
y alejar esa preocupación. Verás como te relajas y comienzas a
disfrutar de ti misma y no de lo que piensen los demás. Ese es el primer
paso para aceptarte tal y como eres.

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